Siento la tibieza entrando por los matorrales
Un haz caliente cuando me dejé en frío
Los torbellinos pausados y la brisa inundándome
Conteniendo el suspiro mientras sujeto una ventana esquizofrénica
Imparable, inquieta
Cuanto más quieta más inquieta
Pero el calor regresa en cuanto me apaciguo
Puedo sentir el contraste
Saborear la capacidad de, saborear
Y el gris se diluye en mis temperaturas